Reflexión propia 1; El adiós y su reacción.

Busqué la parte buena de todos estos años de dolor y lo primero que pensé fue, valorar y madurar, porque golpes como estos no se olvidan. Estos golpes te hacen llegar a pensar que eres la más desgraciada, que porque solo te pasa a ti, que si mi vida estaba al máximo porque ahora me pasa esto?
Pues bien, las cosas siempre tienen un porque y nunca le ocurren a la persona equivocada. Porque cuando esto pasó yo miraba las vidas de mis amigas y pensaba, ¿porque yo no estoy en el mismo grado de felicidad que ellas?
Al cabo de los años la vida te va dando golpes para que reflexiones sobre tu existencia, sobre tu futuro y sobre ti misma y cuando superes estos pasos la vida te devolverá las ganas de sonreír, propia experiencia.
Cuando reflexionas llegas a pensar que enfadarse, pasar malos ratos o simplemente no aprovechar cualquier segundo de lo que eres tu es lo peor que se puede hacer, porque el tiempo perdido ya no se recupera y luego llegan los arrepentimientos. Por eso vive al máximo, aprende de cada situación y sobretodo valora todo lo que te rodea, que al fin y al cabo es lo que te quiere de verdad, porque una vez que se pierde algo o que te arrepientes de tus actos ya no hay marcha atrás.