Cuento que cree hace mucho tiempo y ya era hora de que saliera a la luz.

Mi patria, mi infancia.

-Abuelo, cuéntame cómo fue tu infancia.

-Afortunadamente, después de tener más de 80 años, te puedo contar como fue mi infancia, como luché por mi patria, porque mi patria fue mi infancia.

-Cuéntame yayo, cuéntame cómo empezó todo, como quisiste sacar adelante tus ideas y como tus padres quisieron luchar por todo lo que era suyo.

-Nací en una familia pobre, ya sabes, vivíamos en una planta baja de Alaquàs, una casita pequeña para mis padres, y mis cuatro hermanos,  Carlos,  Javier, Felipe y la pequeña María, mis hermanos mayores cuando yo nací estaban haciendo la mili y no me vieron crecer y María todavía no había nacido,  esto era Enero del 1936 cuando quedaban pocos meses para la sublevación militar que encabezaba Franco, fueron unos seis meses de tensión entre unos y otros, pero al final el 18 de Julio de 1936 estalló. Nos encontrábamos en el campo de detrás de casa recolectando trigo para poder conseguir algo de dinero para sobrevivir en aquellos tiempos, paramos un rato para descansar y nos sentamos a la orilla del camino, entonces pasaron dos hombres comentando algo sobre que habían estado atrapados durante muchas horas en la ciudad y que todo eran hombres con armas de fogueo y pañuelos rojos, nadie sabía que pasaba pero todos sabíamos que era algo gordo, mis padres se lo imaginaban pero yo con tan solo 12 años repleto de ingenuidad y los ideales estancados en disfrutar de la niñez no tenía en mente nada más que jugar con mi coche de hojalata. Mis padres al oír a aquellos pueblerinos decir tales barbaridades se pusieron nerviosos y como no habían medios de comunicación todo se transmitía por medio de alguna persona que saliera fuera o bien algún forastero que visitaba el pueblo, cuando pasó el tiempo de segar, al recolectar el dinero, nos sobró bastante ya que habíamos trabajo duro, y como premio mi padre compró una pequeña radio, la única en toda la calle, a la cual acudían todos los vecinos a enterarse de esta pequeña gran catástrofe. Con el paso de los días nos fuimos enterando de lo sucedido, que no era otra cosa que una guerra civil entre las personas de nuestro país, España.

Las Fuerzas nacionales encabezadas por los Generales Franco, Mola y Sanjurjo, intentaban derrocar el gobierno Republicano.

 Al poco tiempo se incorporó al ejército mi hermano Carlos el mayor de todos los hermanos y con el tiempo Javier. Toda Valencia quedó dominada por

las Fuerzas nacionales, al igual que el resto de España.

Mis padres sufrían mucho por mí, porque veían que mi infancia iba a quedar derrotada y machacada por una guerra de la cual no tenia culpa y que tener una buena infancia es importante para saber manejarte por la vida.

Fue un año difícil, mis padres sacaban muchos pañuelos rojos, no paraban de gritar cosas a favor de algo rojo de la cual cosa yo no sabía nada.

Así fue transcurriendo el tiempo, meses de guerra, combates, gritos, lloros y signos de dolor. Nosotros en casa con mucho trabajo y preocupación.

Durante la madrugada, las tropas franquistas terminaron con la última resistencia republicana en los muelles de Alicante. 

Entonces es cuando yo empecé a entender todos estos años de guerra porque en ese momento oí decir a Franco: ha terminado la guerra pero no ha llegado la paz, sino la victoria, esto es el principio.

Mis padres aunque ya se temían lo que iba a pasar al oír tal cosa se echaron a llorar, pues sería un futuro difícil y lo peor según ellos sería mi infancia destrozada.

En esos tres años lo pasamos mal, si, pero lo peor fue la postguerra y todos esos años hasta el 75, ya que eran tiempos de cambio para mí, tenía la edad de formar una familia y centrarme en mi futuro. En 1960 conocí a tu abuela y nos casamos y tuvimos a tus dos tíos y a tu mamá, yo en 1963 tuve que marchar a Francia por motivos de trabajo, para que la yaya pudiera alimentar a la familia, como ya sabrás, la mamá es del 1963 por lo tanto yo no conozco la infancia de mi pequeñina y menos su nacimiento de la cual cosa me arrepiento de no haberla visto, porque lo más bonito que puedes ver es tus hijo nacer, crecer y formar su futuro.

Bueno, pues fueron unos años difíciles, pero paso a paso esto se fue acabando, llego noviembre de 1975 y Franco enfermó, hasta tal punto que el día 20 de ese mismo mes, murió, para España y sus ciudadanos fue un gran día, tu tío Javier salió a la calle a celebrarlo, quemando papeles y gritando con más gente, en fin, fue un gran día el cual los españoles seguimos celebrando.

Dijimos adiós a una mala etapa para darle la bienvenida a tiempos de cambio, yo busqué la parte buena de todos estos años y lo primero que pensé fue, valorar y madurar, porque golpes como estos no se olvidan ya que yo perdí un hermano en la guerra y eso te hace llegar a pensar que enfadarse, pasar malos ratos o simplemente no aprovechar cualquier segundo es lo peor que se puede hacer, porque el tiempo perdido ya no se recupera y luego te arrepientes de ello por eso nieta mía vive al máximo, aprende de cada situación y sobretodo valora todo lo que te rodea, que al fin y al cabo es lo que te quiere de verdad, porque una vez que se pierde algo o que te arrepientes de tus actos ya no hay marcha atrás.

Marta García:)